El nombre le fue otorgado en referencia al personaje principal de la película Gilda, que encarnó la actriz Rita Hayworth en 1946 ya que la banderilla es "salada, verde y un poco picante". La denominación comenzó a utilizarse en San Sebastián.
Al igual que todos los encurtidos, su sabor es fuerte, muy ácido, lo que lo hace ideal para su consumo como aperitivo acompañado de alguna bebida.